El
monasterio era conocido en la edad media como Sant Llorenç del
Mont. La primera noticia referente a su iglesia se encuentra en
un diploma de Carles el Calb concedido a Sant Aniol d'Aguja en el
año 871. La iglesia pasó por diversas manos hasta la mitra de
Girona. En el 1002 el papa Silvestre II concedió a Odó, obispo
de Girona, una bula confirmando sus bienes, entre los cuales se
menciona la celda de Sant Llorenç.